miércoles, junio 13, 2007

Sigo escribiendo...

Al despertar a la mañana siguiente, su cabeza le dolia mucho. Se levanto lentamente hasta el baño, observo su rostro: ese rostro que hace dias no la dejaba, de pena inmensa, de llanto, de desolación. Entró a la ducha y dejo el agua correr, esa agua purificadora y tibia... uno de los placeres que aun disfrutaba. El sentir el agua corriendo por su cuerpo la hacia sentir limpia de alma, de pensamiento, de cuerpo. Solo cerraba los ojos y dejaba al cuerpo cumplir su mision purificadora y sanadora.

Ya vestida con sus clásicos jeans, sweaters y zapatillas salió del departamento. El desayuno como siempre en la facultad, aquel lugar donde pasaba gran parte de su dia, donde se refugiaba de todo lo que la vida y lo externo le esperaban, era su lugar donde protegerse de la vida, de la realidad y de su verdad.

La jornada fue igual que siempre: clases, test, clases, biblioteca... una rutina que se convertia parte de su vida y la hacia sentirse segura.

Aparentemente este dia sería un dia como cualquiera y todo lo indicaba así, solo le quedaba hacer el trayecto hasta el departamento y todo estaria como corresponde, en su lugar, pero aun faltaba algo importante por pasar y de lo que ella no estaba preparada.

1 Comentarios:

  • A la/s 4:13 p. m., Blogger Jaime Zamora dijo...

    me gustó tu escrito... un poco hessiano... pero se nota mucha realidad, un exceso de ti impregnado en esa omniscencia...

    un saludo.... nos vemos el sabado :** cuñi vitalicia xD!!!

     

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal