viernes, junio 01, 2007

Antología

Despertó de manera muy agitada.

El sueño se repetia noche tras noche y no sabía que pensar.

En la oscuridad de la noche los pensamientos son más claros, pero a veces esa claridad magnifica la amplitud de las penas o alegrias. Angustia, solo angustia. No entendia el signficado del sueño, pero si sabía el motivo de su pena: él.

Habian pasado 8 meses y no lograba olvidarlo. Su recuerdo, su aroma, su voz estaban tan presentes como cuando recién lo conocio. La pérdida fue tan brusca y el amor tan intenso. Todo lo que se trataba de él significaba emociones fuertes: su partida, su presencia, su pasado.

Ella sabía lo que sentía, sabia porqué tenía ese sueño pero no lo lograba decifrar.

Sentada en su cama encendio la lámpara de la mesita de noche. Estaba transpirando y su respiración agitada. Casi instantaneamente (y como siempre) recordo la tarde de invierno cuando lo despidió, el funeral triste y simbolico, intimo e intenso. Desde ese dia supo que los dias venideros no serían faciles. Su ausencia era cada vez más fuerte, ella sabia que lo que significaba.

Bebio del agua que tenia cerca y lloró. Lloró como siempre lo hacia desde aquel dia, lloró como estaba acostumbrada a hacer: en silencio.

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