sábado, septiembre 09, 2006

Descubrimiento abre vía a nuevo tratamiento contra la depresión

La inhibición de un gen acaba con los síntomas de esta enfermedad




Un equipo franco-canadiense de científicos ha abierto una nueva vía al tratamiento de la depresión al descubrir que la inhibición de un gen acaba con los síntomas de esta enfermedad, anunció hoy un centro participante en el estudio.

Los investigadores llegaron a este hallazgo a partir del análisis de ratones genéticamente modificados, que "resistieron notablemente" a "situaciones de estrés que llevan a un estado próximo a la depresión", como si fueran "ratones normales que hubieran sido tratados con antidepresivos", precisó el Centro Nacional francés de Investigaciones Científicas (CNRS).

La importancia del descubrimiento no sólo reside en que abre una nueva vía al tratamiento de la depresión, sino también en que la inhibición del gen logra la desaparición completa de la enfermedad, dos veces más frecuente en mujeres que en hombres.

Los antidepresivos, que mejoran el estado de un 70% de los pacientes con depresión, sólo logran una remisión total de la patología entre un 30 y un 40% de los casos.

El trabajo, cuyos resultados publica el próximo sábado la revista "Nature Neurosciences", "demuestra que se puede producir genéticamente resistencia a la depresión", subrayó el CNRS en un comunicado.

Los ratones genéticamente modificados de la prueba "se reproducen, crecen y se comportan en sus actividades diarias como ratones normales", añadió

El gen inhibido en los animales del estudio está presente en un canal iónico (proteína de membrana que participa en la generación de señales eléctricas en las células nerviosas) que se encuentra en todas las regiones del cerebro implicadas en la depresión.

La depresión afecta a entre un 2 y un 5 por ciento de la población en los países desarrollados y a un 20% en sus modalidades más leves.

En la mayoría de los casos, proviene de una interacción entre una predisposición genética y factores ambientales, como el estrés y los traumas emocionales.

El estudio fue efectuado por un equipo del Instituto de Farmacología Molecular de Sofía Antipolis, del CNRS y de la Universidad de Niza (sudeste de Francia), en colaboración con equipos de París y Ruán (noroeste), y Montreal (Canadá).